El sobregiro del planeta: cuando la demanda excede lo que la Tierra puede dar
Imagina que cada año tienes una tarjeta con un límite para gastar: agua, alimentos, aire limpio, suelos fértiles. Pero un día, antes de que termine el año, ya la has usado toda. Y lo peor: para seguir comprando, la tarjeta se recarga con deuda, con intereses ecológicos que hoy se pagan cada vez más caro.
Ese día límite existe para el planeta. Se llama Earth Overshoot Day (el Día del Sobregiro de la Tierra): el día en que la humanidad ha consumido todos los recursos naturales que la Tierra puede regenerar en ese año. En 2025, ese día fue el 24 de julio.
El sobregiro no es un error ocasional, sino la norma. Estamos viviendo continuamente dentro de un desequilibrio: la demanda humana excede lo que los ecosistemas pueden regenerar, lo que acelera el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y del agua. Pero entender esto también abre espacios de acción: saber dónde y cómo podemos intervenir para mover la fecha del sobregiro, para vivir dentro de los límites de un solo mundo.
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¿Dónde estamos ahora?
Datos recientes que pintan el panorama
Earth Overshoot Day 2025 cayó el 24 de julio. Eso significa que, para esa fecha, ya habíamos consumido todo lo que los ecosistemas globales pueden regenerar en un año.
Se estima que la humanidad está usando aproximadamente 1,8 Tierras: es decir, necesitaríamos casi dos planetas para sostener nuestro actual ritmo de consumo, si todo el mundo viviera como vivimos hoy.
Además, el marco de las fronteras planetarias (planetary boundaries) indica que ya se han sobrepasado seis de las nueve fronteras críticas que mantienen al sistema Tierra viable: integridad de la biosfera, cambio climático, flujos bioquímicos (p. ej. nitrógeno y fósforo), uso de agua dulce, cambio de uso de suelo, contaminación química.
Causas profundas: no solo consumismo
Algunas de las causas que están detrás del sobregiro:
Exceso de consumo global, sobre todo en países desarrollados y en segmentos acomodados de la población, que demanda recursos intensivos: combustibles fósiles, carne, bienes manufacturados de alto impacto.
Pérdida de ecosistemas y de biodiversidad que debilita la capacidad de regeneración de la Tierra. Por ejemplo, deforestación, contaminación, monocultivo extensivo.
Inequidades históricas: algunas regiones usan muy por debajo de lo que podrían regenerar; otras consumen mucho más. Esto significa que el sobregiro no es igual para todos: unos contribuyen mucho más, otros sufren más las consecuencias.
Desconexión cultural: la forma de producción y consumo moderna muchas veces ignora los ciclos naturales, la interdependencia con los ecosistemas, la sustentabilidad como marco de largo plazo.
¿Cómo mover la fecha del sobregiro?
Aquí algunas acciones concretas, tanto individuales como colectivas, que ayudan a recuperar equilibrio ambiental:
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Reducir el consumo de carne o elegir fuentes vegetales más sostenibles.
Evitar plásticos de un solo uso; comprar productos con menos embalaje.
Ahorrar energía: bombillas LED, electrodomésticos eficientes, aislar vivienda, evitar standby (dejar conectados aparatos electrónicos sin usarlos).
Movimiento sostenible: usar bicicleta, transporte público, compartir auto.
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Fomentar huertos urbanos, agricultura local, mercados de productores.
Políticas de gestión del agua: conservación, uso eficiente, infraestructura para captación y reutilización.
Promover energías renovables (solar, eólica) a escala local.
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Incorporar el marco de fronteras planetarias en políticas públicas: límites claros sobre uso de suelo, emisiones, contaminación.
Incentivos fiscales, subsidios verdes, estándares y certificaciones de producción limpia.
Educación ambiental integral: en escuelas, medios, comunidades, con conocimiento de ciencia y cultura ecológica.
Más allá de la fecha, hacia la cultura del límite
Mover la fecha del sobregiro no es simplemente aplazar un mal día. Es reconfigurar nuestra relación con lo que nos rodea: recuperar humildad ante la naturaleza, entender que no somos dueños sino parte de un sistema interdependiente. Cada gesto cuenta, sí, pero lo que define realmente es la escala de las transformaciones: sociales, institucionales, culturales.
La sostenibilidad no es una meta técnica sino una narrativa: cómo contamos nuestra historia colectiva, qué valores priorizamos (solidaridad, equidad, responsabilidad). Si podemos reconstruir esa narrativa, donde la eficiencia conviva con la abundancia, donde el privilegio tenga conciencia ecológica, entonces podremos vivir no a expensas del planeta, sino en colaboración con él.
👉 Si quieres conocer más sobre este tema y otros relacionados con sostenibilidad, escucha nuestro podcast Agenda el Cambio en Spotify y en YouTube.
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